La aldea de Gonzorio padece de una
inmerecida mala reputación para la supuesta escasa inteligencia
de sus habitantes. Quizás los rumores malévolos
vienen de algunos episodios malinterpretados, como cuando, en
el paso desde la lira al euro, los aldeanos quemaron
todos los billetes de la vieja divisa, pensando que se habían
puesto inútiles.
De todas maneras la pequeña aldea merece una visita, también
porque los habitantes, una vez comprendido el error hecho en pasado,
aceptan pagos en liras, al tipo de una lira para un euro.
Historia
En el área de Gonzorio
se han encontrado los restos de un homínido, el Homo
stolidus, que se extinguió prematuramente por la pretensión
de aparearse con osos de las cavernas y tigres de dientes de sable.
La fundación de Gonzorio se atribuye tradicionalmente a
los Farlocos, antigua población nómada, cuya característica
saliente era de perder facilmente el sentido de orientación:
una vez que alcanzaran el área en la cual ahora surge la
aldea, los Farlocos habrían comenzado dar vueltas en redondo
por décadas, acampandose cada noche en el mismo lugar,
sin darse cuenta, llegando por lo tanto a ser sedentarios, de
una manera imperceptible.
Gonzorio fue entonces una colonia griega con el nombre de Idioteia,
visitada regularmente por comerciantes, no sólo griegos,
sino también etruscos, fenicios, cartagineses y de cada
otro pueblo del Mediterráneo, que iban allí para
vender todos los productos que no lograban colocar en otras partes.
En Idioteia fue intentado un atrevido experimento arquitectónico,
con la construcción de templos con sutiles columnas de
madera y pesados arquitrabes de mármol: durante la inauguración
el experimento falló, exterminando
a los participantes en la ceremonia. Unos años después,
mientras que la aldea estaba asediada por los Romanos, los habitantes
intentaron defenderse usando los espejos ustorios, cómo
vieron hacer por Arquímedes, pero, por un error de orientación
de los mismos espejos, ellos incendiaron
a sus propias casas.
Bajo la dominación romana la aldea tomó el nombre
de Castrum Stultorum y fue la única aldea en Italia
que no obtuvo el derecho de ciudadanía romana, aun para
el hábito de sus habitantes de tropezar en sus togas.
A la caída del Imperio Romano el pueblo fue atravesado
por varios pueblos bárbaros invasores, pero ningún
de ellos tuvo el atrevimiento de saquearlo, más bien muchos
bárbaros, quedandose apiadados, dejaron donaciones.
En la edad de las cruzadas los gonzorieses
se marcharon en masa, creyendo que se tratara de una competición
de palabras cruzadas; cuando llegaron en Tierra Santa fueron todas
inmediatamente capturados y reducidas a la esclavitud por los
Sarracenos, que sin embargo poco después los libertaron
y los reembarcaron para Europa, con la promesa de no volver nunca
jamás.
En la edad medieval la aldea estuvo bajo la señoría
de los Balenghi de Montefesso, y uno de ellos, el marqués
Baggiano IV, hizo construir el castillo, el único en el mundo
que tenía el fosado al interior de las murallas y el puente
levadizo no levantable. El castillo fue tomado en 1412, después
de un breve sitio, con una ingeniosa estratagema: el enemigo llamó
a las puertas con el pretexto de entregar un telegrama, y los
gonzorieses de inmediato abrieron las puertas.
En la época del Renacimiento la aldea fue la cuna del científico
y artista Tardo delli Ottusi, émulo
de Leonardo da Vinci, que efectuó admirables estudios botánicos
sobre las cebollas, realizando excavaciones
en una profundidad de varios metros para intentar encontrar, vanamente,
el árbol que las producía. Además el estudioso
compiló un amplio tratado de anatomía humana en
diez tomos pero, apenas lo acabara, lo utilizó descuidadamente
para encender el fuego, y por esta razón ninguna huella
de este obra llegó hasta nosotros. El delli Ottusi se enfrentó
aun en el proyecto de armas, como la ingeniosa alabarda
de doble corte, en la cual aun el mango era afilado y cortante,
o la armadura de seda, cuya calidad era la grande levedad. Tardo
perdió la vida en la atrevida prueba de una máquina
volante proyectada y construida por él mismo: un precursor
del helicóptero, pero hecho enteramente de granito.
La aldea fue también la cuna de Testonio
Semplicioni, ilustre astrónomo, que polemizó
con Copérnico y Galileo, afirmando que el sol y la tierra
giraban ambos alrededor de la luna, que a su vez dejaba de existir
durante las fases de luna nueva.
En Gonzorio, en la edad del resurgimiento, se desarrolló
un ferviente movimiento patriótico, que llevó decenas
de aldeanos a decidir de unirse a la expedición de los
Mil de Garibaldi: desafortunadamente, por un banal malentendido,
se presentaron para embarcarse a Quinto de
Treviso en vez de Quarto, y por lo tanto no pudieron partir.
El plebiscito de 1860 para la anexión al Reino de Italia
vio el 100% de papeletas blancas, ya que ningún de los
Gonzorieses comprendió la cuestión, mientras que,
en cambio, el referéndum institucional de 1946, para elegir
entre la monarquía y la república, vio la aplastante
victoria de "manzanas cocidas".
A partir de 1994 la aldea vio el 100% de los electores votando
por Silvio Berlusconi y concedió
la ciudadanía honoraria a Maurizio
Gasparri.
¿Qué
ver?
La catedral de Gonzorio tiene una forma inusual,
porque el proyecto original de la iglesia fue confundido por error
con aquel de una azucarera. La catedral es dedicada a San
Pirlo de Monate, el único santo en la historia que
se martirizó por sí mismo: agarrado por los paganos
porque lo sospechaban de ser un cristiano, fue luego puesto en
libertad ya que lo juzgaron inofensivo, pero, como salía
de la cárcel, él tropezó y se hincó
en un instrumento de tortura, todavía
venerado en la cripta de la catedral
que, curiosamente, se halla al primer piso.
En el centro de la aldea se puede visitar el moderno puerto
mercantil, terminado hace pocos años, apenas a tiempo
para percatarse que el mar dista noventa kilómetros de
Gonzorio, que no es ni siquiera bañada por un río.
Otra atracción de la aldea es el rascacielos
municipal, que desde su construcción es deshabitado,
puesto que los habitantes tienen miedo de habitar o trabajar en
cualquier edificio más elevado que un piso.
Festividades y tradiciones
populares
La festividad tradicional de
Gonzorio es la histórica "pisa de las castañas",
que se desarrolla en otoño, durante la cual los aldeanos,
descalzos, separan las castañas
de sus erizos, lanzando extravagantes gritos de exultación.
Desde siglos en la aldea tiene lugar, cada primer domingo del
mes, una feria, que tiene el sibilino nombre de "feria de
los tontos", durante la cual centenares de comerciantes,
todo extranjeros, exponen para la venta mercancías muy
peculiares, como máquinas del tiempo, sombreros para volverse
invisibles, pulseras para caminar en el agua, máquinas
para el movimiento perpetuo, polvos para volar y libros
de Silvio Berlusconi.
Agricultura
Los campos de Gonzorio son tradicionalmente sembrados con cereales, cultivados por la producción
de la paja. De hecho, aún por tradición, las granzas
son en cambio consideradas desechos, y los Gonzorieses pagan ingentes
sumas para su eliminación, que es realizada por empresas
especializadas en moledura. Las mismas empresas venden, a precio
alto, la misma harina a los Gonzorieses, que las utilizan para
hacer el pan. Hace años un aldeano de Gonzorio propuso
obtener la harina de las granzas producidas en el pueblo, pero
fue duramente criticado y constreñido a dejar la aldea.
Un factor que hace el cultivo en Gonzorio más difícil
es la costumbre ancestral de emplear las ovejas
para tirar del arado, mientras que los medios mecánicos
despiertan la difidencia de los aldeanos, que no logran explicarse
como puedan moverse por sí mismos. La difidencia es debida
aun a varios accidentes que ocurrieron con lo primeros tractores
introducidos en el pueblo: los habitantes de cualquier modo os
unciban los animales de tiro, que eran luego atropellados por
los medios mecánicos.
Otra producción típica de Gonzorio son los higos,
que para antigua tradición se cultivan en las agujas
de los campaniles, y esto hace difícil la cosecha,
y por lo tanto no tan rentable el cultivo.
La zootecnia gonzoriesa consiste principalmente en la cria de
pollos y otros aves de corral, con el objeto de sacar los huesos de los deseos, mientras que la carne
se tira.
Artesanía
Los objetos típicos de la aldea son los jarros
por vino horadas, útiles per quien intenta quitarse de
beber, los ceniceros inflamables,
útiles por quien intenta quitarse de fumar, y los cubiertos
electrificados por quien se puso a dieta. La industria textil
local se precia de una patente única en el mundo: las camisetas
hechas de algodón afuera y de lana adentro.
Entretenimiento
El pasatiempo preferido de los gonzorieses es el juego de las
bochas, que en la aldea se aprecia aun más desde cuando,
hace pocos años, se introducieron las bochas
esféricas, en lugar de las tradicionales bochas
cúbicas. Otra diversión de los aldeanos es la
de rodarse los pulgares, actividad en
la cual son maestros: un gonzoriés posee el récord
mundial de duración en la especialidad freestyle con
21 horas, 35 minutos y 18 segundos.
A los gonzorieses, por antigua tradición, le agrada también
de solucionar crucigramas, a condición de que sean simplificados
y no consistan en más de dos definiciones.
Hospitalidad
Los numerosos hoteles de Gonzorio
ofrecen una hospitalidad cálida y atenta, con algunos excesos,
como el de despertar a los clientes a altas horas de la noche
para el cambio de las sábanas,
puesto que un solo cambio por día no parece a los hoteleros
locales suficiente para abastecer un servicio aceptable. Generalmente
durante la noche ocurre un sucesivo despertar del cliente, para
preguntarle si está satisfecho con el servicio y si está
descansando de una manera confortable.
Los hoteles más renombrados son el "Noches blancas",
el "Poltergeist" y el "La Vigilia ", cuyas
habitaciones tienen todas la agua corriente, que desafortunadamente
es generalmente aquélla del bajante del cuarto del piso
superior: por esta razón es recomendable, cuando sea posible,
elegir cuartos en el último plano.
Sucede en media dos o tres veces al mes que unos extranjeros aprovechan
de grandes festejos y de una hospitalidad sontuosa a expensas
del ayuntamiento, por el hecho de presentarse como "Emperador
de China". El hecho que tales huéspedes tengan a menudo
el pelo rubio, o la piel negra, y de cualquier modo nunca tengan
un aspecto de orientales, no da lugar a sospechar a los gonzorieses,
que ofrecen de todos modos su hospitalidad.
Gastronomía
La gastronomía local se precia de costumbres muy peculiares:
por ejemplo uno de los platos típicos de la aldea, la polenta, se sirve crudo, con efectos no
totalmente agradables; aun los huevos duros
son muy apreciados, pero se comen comúnmente con la cáscara;
por fin las patatas cocidas, base
de cada comida gonzuriés, se comen enteras y muy calientes,
puesto que se considera poco educado dejarlas enfriar o cortarlas
en pedazos.
Administradores
públicos
Los impuestos municipales en
Gonzorio se pagan al contado directamente en las manos del alcalde
y son en término medio mil veces más altas que en
los otros municipios. Por tradición Gonzorio elige a alcaldes
provenientes por fuera: el último electo, John
Carmine Ligotti, ha sido recientemente arrestado por el FBI
por monipodio mafioso y tráfico internacional de estupefacientes,
mientras que los dos concejales responsables
de hacienda y de tributos hasta ahora son tránsfugas. El
municipio está negociando para un nuevo alcalde, a elegirse
entre un mafioso montenegrino y un boss colombiano de los narcos.
Como llegar ahí
Con la intención de facilitar
a los posibles visitantes y de no contradecirlos, la administración
municipal puso en cada cruce de los alrededores carteles indicando
en cada dirección el nombre de Gonzorio. Esto hace difícil
alcanzar la aldea, aunque sea posible pedir indicaciones a los
habitantes de las aldeas vecinas, que les darán de buena
gana, tan pronto como paren de reírse.
Contactos
No es recomendable pedir informaciones
por e-mail ya que la oficina de turismo, por praxis, contesta
con cartas impresas sobre papel, enviadas por correo ordinario,
marcando sin embargo en el sobre la dirección e-mail. Además
el encargado de la expedición intenta de pegar los sellos
autoadhesivos lengüeteándolos en la parte trasera,
y a menudo se causa daños físicos.