Se resolvieron
demandas contra la Trump University (Consumer Health Digest #16-43 - 20 noviembre
2016)
El procurador general
de Nueva York, Eric Schneiderman, anunció que Donald J.
Trump aceptó pagar 25 millones de dólares para resolver
tres demandas que le acusaban de haber falsificado la naturaleza
y el valor de los cursos sobre el mercado de inmuebles ofrecidos
por la Trump University. El acuerdo incluye el pago de 21 millones
de dólares para resolver dos demandas colectivas en California
y 4 millones de dólares al Estado de Nueva York dirigidos
para (a) reembolsar a los ex estudiantes que no eran partes en
las demandas colectivas y (b) si sobran fondos, para pagar hasta
1 millón de dólares por costos y/o sanciones por
la incapacidad de la Trump University de obtener una licencia
del Departamento de Educación de Nueva York. Trump no admitió
ninguna responsabilidad, pero Schneiderman en su comunicado
de prensa no midió sus palabras:
En 2013, mi oficina puso una demanda contra Donald Trump por
haber estafado a miles de estadounidenses inocentes de millones
de dólares a través de un plan conocido como Trump
University. Donald Trump peleó contra nosotros en cada
paso del camino, presentando acusaciones sin fundamento y apelaciones
infructuosas y negándose a arreglar incluso modestas compensaciones
por pequeñas sumas para las víctimas de su falsa
universidad. Hoy, un acuerdo por 25 millones de dólares,
es una impresionant inversión por parte de Donald Trump
y una victoria importante para las más de 6.000 víctimas
de su universidad fraudulenta.
Credential
Watch contiene detalles adicionales y enlaces a los documentos
de los tres juicios.
Informe
de las Academias Nacionales de los Estados Unidos expresa preocupación
sobre la integridad de la investigación (Consumer Health Digest #17-24 - 18 junio
2017)
Las Academias Nacionales
de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados unidos
(National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine)
publicaron un informe que expresa preocupación por la integridad
de la investigación y propone medidas para protegerla.
El informe señala:
- Un número creciente de evidencias indica que porcentajes
sustanciales de los resultados publicados en algunos campos no
son reproducibles.
- Si bien un cierto nivel de irreproducibilidad debido a variables
o errores desconocidos es una parte normal de la investigación,
también juegan un papel la falsificación de datos
y las prácticas de investigación perjudiciales,
como el uso inadecuado de estadísticas o el ajuste después
de los hechos de las hipótesis a datos previamente recopilados.
- Están apareciendo nuevas formas de prácticas de
investigación perjudiciales, como las revistas predatorias
que llevan a cabo poco o nada de revisión editorial o control
de calidad de los trabajos, mientras que cobran honorarios sustanciales
a los autores.
- El número de retractaciones de artículos por parte
de las revistas ha aumentado, con un porcentaje significativo
debido a mala conducta en la investigación.
- Las prácticas que hasta ahora se han clasificado como
"cuestionables", por ejemplo, el uso engañoso
de estadísticas que casi llegan a ser falsificadas y la
falta de conservación de los datos de investigación,
deben ser reconocidas como prácticas "perjudiciales".
- Como prácticas perjudiciales deben entenderse no sólo
las acciones de los investigadores individuales, sino también
las acciones irresponsables o abusivas de las instituciones y
revistas de investigación.
- Las instituciones de investigación y las agencias federales
deben asegurar que los denunciantes de buena fe, que plantean
dudas sobre la integridad de la investigación, estén
protegidos y que sus preocupaciones sean tratadas de manera justa,
completa y oportuna.
- Los patrocinadores de la investigación, los editores
y las agencias federales de financiamiento, deben asegurarse de
que las informaciones necesarias para que los personas con conocimientos
puedan reproducir los resultados reportados, estén disponibles
en el momento de la publicación o lo antes posible después
de esa.
- Los investigadores deben revelar rutinariamente todas las pruebas
estadísticas realizadas, incluyendo los hallazgos negativos.
La evidencia disponible indica que las publicaciones científicas
están sesgadas contra la presentción de resultados
negativos y que la publicación de resultados negativos
está en declive. Sin embargo, la notificación rutinaria
de hallazgos negativos ayudará a evitar la duplicación
improductiva de la investigación y hará que el gasto
en investigación sea más productivo.
- Las sociedades y las revistas científicas deberían
llevar a cabo normas disciplinarias claras, basadas en el principio
de que los autores son aquellos que dieron una contribución
intelectual significativa. La condena universal de todas las prácticas
de homenaje o de autoría honoraria, coactiva o fantasma,
también contribuiría a cambiar la cultura de los
entornos de investigación donde estas prácticas
todavía son aceptadas.
Para concentrarse de manera unívoca en hacer frente a los
retos para promover la integridad de la investigación en
todas las disciplinas y sectores, el informe insta a la creación
de un Comité sin fines de lucro para la integridad de la
investigación. El Comité podría facilitar
el intercambio de informaciones sobre enfoques para evaluar y
crear ambientes de la más alta integridad y para manejar
las denuncias de mala conducta o las investigaciones. Al informe,
Fostering
Research Integrity, se puede acceder en línea de forma
gratuita o se puede ordenar en el sitio Web Academies, que también
publica un video
de la sesión informativa que anunció el informe.
El crítico
de las "revistas depredadoras" vuelve a hablar (Consumer Health Digest
#17-24 - 18 junio 2017)
Jeffrey Beall, que
fue el primero en estudiar lo que llamó "revistas
depredadoras", salió de un silencio de 5 meses. Los
editores predatorios usan un modelo de acceso abierto pagado por
los autores, y apuntan a generar tanto ingreso como sea posible,
a menudo descuidando una apropiada evaluación de los pares.
En 2012, Beall lanzó un blog titulado Scholarly
Open Access que enumeraba a editores y revistas predatorias
y ofrecía comentarios críticos sobre la publicación
académica de acceso abierto. En enero de 2017, frente a
la intensa presión de su empleador (la Universidad de Colorado
en Denver) y temiendo por su trabajo, eliminó el contenido
de su sitio web [Beall J. What
I learned from predatory publishers. Biochemia Medica 27:273-279,
2017]. Su artículo reciente traza la historia de las
publicaciones de acceso abierto, el crecimiento de las revistas
depredadoras, y la oposición que recibió de los
autores, editores y, con su sorpresa, bibliotecarios académicos.
Beall también advierte:
Creo que los editores predatorios representen la mayor amenaza
para la ciencia desde la Inquisición. Ellos amenazan a
la investigación al no demarcar la ciencia auténtica
de la ciencia metodológicamente inadecuada, permitiendo
que la ciencia falsa, como la medicina complementaria y alternativa,
ostente ser una ciencia auténtica y permitiendo la publicación
de la ciencia activista. . . .
La medicina complementaria y alternativa está realmente
despegando, y está siendo alimentada en gran medida por
revistas de pago por publicación, aunque algunas revistas
de suscripción jugaron un papel en la acción también.
Las revistas predatorias e incluso las revistas de editores genuinos
están legitimatizando esta investigación médica
no científica frente al ojo del público. La acupuntura
y la homeopatía están prosperando, y numerosos "estudios"
se publican cada año para respaldar sus alegaciones de
eficacia. En la medicina, está fallando la demarcación,
y ya no hay una línea clara donde termina la investigación
médica legítima y comienza la investigación
médica endeble. Se publican hoy más investigaciones
médicas cuestionables que nunca en la historia, incluyendo
falsas investigaciones que promueven medicamentos y nutracéuticos
falsos. Ya no existe una separación clara entre la investigación
médica auténtica y la falsa, a pesar de que la investigación
médica es la investigación más importante
para la humanidad de hoy. De hecho, ¿de todos los esfuerzos
humanos, qué hay que sobrepasa la investigación
médica por importancia, valor y beneficio universal?
Aunque el sitio Web de acceso abierto de Scholarly ya no contenga
las listas de Beall, el Archivo
de Internet las ha preservado.
Se ofrecieron
recomendaciones para combatir revistas y conferencias depredadoras
(Consumer Health
Digest #22-12 - 20 marzo 2022)
Publicó la
InterAcademy Partnership (IAP) un informe de 126 páginas
sobre un estudio de dos años para identificar intervenciones
prácticas para frenar el aumento en las revistas y conferencias
de prácticas que están comprometiendo la integridad
de la investigación [Combatting
Predatory Academic Journals and Conferences. InterAcademy
Partnership, 2022]. El informe utilizó esta definición:
Las revistas y conferencias depredadoras se describen aquí
como una gama o tipología de prácticas de revistas
y conferencias; un amplio conjunto de comportamientos depredadores
dinámicos que van desde prácticas genuinamente fraudulentas
y engañosas como se describe en la definición
internacional de consenso en Nature (Grudniewicz et al, 2019) hasta prácticas
cuestionables y poco éticas, con diversos grados de inaceptable,
hasta prácticas bien intencionadas de baja calidad en el
medio. En esencia, y de acuerdo con la definición internacional
de consenso, estas prácticas sirven para priorizar el interés
propio a expensas de la erudición. Estas prácticas
pueden ser cometidas por editores nuevos y establecidos, fraudulentos
y de buena reputación, tradicionales y de acceso abierto,
en cualquier parte del mundo. Se proporcionan marcadores típicos
para cada parte de la gama, para ayudar a los usuarios a navegar
por esta complejidad.
La IAP incluye más de 140 organizaciones científicas,
técnicas y médicas que buscan soluciones a los problemas
más desafiantes del mundo. El estudio obtuvo evidencia
de una encuesta, de entrevistas y de una extensa revisión
de la literatura. El informe pide:
- sensibilizar y minimizar el riesgo, la vulnerabilidad y la tentación
de utilizar o promover prácticas depredadoras;
- que los editores, bibliotecas, y servicios de indexación
conferencias mejoren y promuevan estándares mínimos
de calidad y práctica;
- acciones por parte de: (a) organizaciones multilaterales líderes,
como la UNESCO, y redes científicas internacionales, como
el Consejo Internacional de Ciencias, (b) instituciones de educación
superior, (c) organizaciones gubernamentales, (d) financiadores
de la ciencia, (e) asociaciones académicas y (f) academias
nacionales;
- hacer la transición a modelos económicos de publicación
de acceso abierto menos motivados por las ganancias, incluidas
alternativas a los modelos de pago por autor o pago por presentar,
para cubrir los costos asociados con la publicación académica;
- reformar los sistemas de evaluación de la investigación
utilizados por las universidades, los financiadores de la investigación
y los organismos profesionales;
- mejorar el proceso de revisión por pares aumentando su
transparencia, capacitación y recompensa de las buenas
prácticas.
Destaca
Retraction Watch las nuevas tácticas que se utilizan para
publicar falsos artículos científicos (Consumer Health Digest
#24-03 - 21 enero 2024)
Frederick Joelving,
editor de Retraction
Watch (Observatorio retractaciones) describió cómo
los "fábricas de artículos" operan
para explotar la creciente presión sobre los científicos
de todo el mundo para acumular publicaciones incluso si carecen
de recursos para realizar investigaciones de calidad.
Estas fábricas de artículos generan posiblemente
decenas o incluso cientos de miles de artículos cada año
que contienen datos inventados, están plagiados o son de
baja calidad. Sus blancos preferidos son las revistas de acceso
abierto a las que los autores pagan para que se considere la publicación
de sus artículos. Además de vender artículos
a posibles autores e influir en los revisores de manuscritos,
las fábricas de artículos han aprovechado los laxos
procesos de investigación para contratar editores de revistas
de acceso abierto y editores invitados de números especiales
de las revistas. Infiltran a sus propios editores, quienes en
algunos casos emplean identidades inventadas en lugar de las suyas
propias. También presentan números especiales a
los editores de revistas, consiguen que sus propios agentes formen
parte de los consejos editoriales de las revistas e intentan sobornar
a los editores de las revistas para que publiquen artículos.
Si bien algunos editores de revistas hayan hecho recientemente
esfuerzos significativos para retirar artículos fraudulentos,
sigue siendo un desafío para los editores salvaguardar
sus revistas contra los esfuerzos de las fábricas de artículos
[Joelving F. Paper
trail. Science, Jan 18, 2024].
Destacar
la poca experiencia puede ser eficaz para combatir a los propagadores
de desinformación sanitaria (Consumer Health Digest #24-44 - 3 noviembre
2024)
Investigadores de
la Northeastern University y del Huntsman Cancer Hospital llevaron
a cabo tres experimentos preinscritos con un total de 1568 participantes
en los EE. UU. para investigar cómo las personas evalúan
las fuentes dudosas de información sanitaria y su desinformación
(información falsa difundida intencionalmente) [Swire-Thompson
B, and others. Discrediting
health disinformation sources: Advantages of highlighting low
expertise. Journal of Experimental Psychology: General. 153(9):2299-2313,
2024].
Dos de los experimentos abordaron la información sobre
el cáncer. No hubo diferencias significativas en la eficacia
para reducir la confianza en la desinformación entre tres
intervenciones: (a) corregir la desinformación, (b) destacar
la poca experiencia y (c) los dos enfoques combinados.
En el tercer experimento, destacar la poca experiencia fue más
eficaz que destacar un conflicto de intereses o corregir la desinformación
para reducir la confianza en la desinformación sobre la
vacuna COVID-19. Destacar la poca experiencia fue más eficaz
para reducir la confianza en la desinformación sobre las
vacunas tanto para las poblaciones no vacunadas como para las
vacunadas, pero el efecto se mantuvo durante más de una
semana solo entre los vacunados.
En todos los tres experimentos, las personas que respaldaban la
"medicina complementaria y alternativa" tenían
más probabilidades de creer en la desinformación
inicialmente, pero menos probabilidades de reducir su confianza
en la desinformación después de las intervenciones.
En el tercer experimento, las personas que dudaban de las vacunas
tendían a tener una mayor confianza inicial en la desinformación
y tenían menos probabilidades de reducir la confianza en
la desinformación después de las intervenciones.
Los investigadores concluyeron:
En resumen, descubrimos que destacar la poca experiencia fue equivalente
o más eficaz que otras intervenciones para reducir la confianza
en la desinformación y para reducir la credibilidad percibida
de fuentes de salud dudosas. Una implicación desafortunada
de los hallazgos actuales es que las personas que sí tienen
experiencia pero de todos modos difunden desinformación
(como los médicos), son las más dañinas para
el público. Será necesario desarrollar y probar
intervenciones más matizadas para desacreditar a estas
personas. Sin embargo, para las fuentes típicas de desinformación
sobre salud que carecen de experiencia, destacar que no están
calificadas, no tienen experiencia o no pueden brindar información
precisa parece ser una opción prometedora para los verificadores
de datos y los profesionales.