Cafognano
La aldea de Cafognano ha sido famosa en el curso de los siglos por el comportamiento característico de sus habitantes, que sería difícil describir como cortés. El impacto con esta brusca familiaridad puede crear situaciones no siempre agradables, que es de todos modos recomendable soportar sin quejarse, para evitar reacciones de parte de los autóctonos, que se ofenden a muerte si apenas se plantea la hipótesis de su escasa educación. La prueba de esto es que uno de los insultos más utilizados por los cafognaneses hacia los extranjeros es precisamente "cafone", es decir patán.
¿Qué
ver?
El monumento más importante
de Cafognano es la catedral de San Truzzo, enteramente pintada
al fresco por Piero della Francesca, si bien si sus frescos no
son más visibles ya que han sido cubiertos totalmente por
las firmas incididas durante los siglos por los aldeanos; de todas
formas la iglesia, aunque perdió su valor artístico,
proporciona noticias que pueden ser interesantes por los aficionados
de este género, como el hecho que "Manuel ama Samantha",
"Gionathan lleva los cuernos", o aún "Morgan
lo tiene pequeño". El precioso crucifijo de la
escuela de Giotto en la capilla Buzzurri ha sido prácticamente
pulverizado por las cadenas con candado
puestas alrededor por las parejas de enamorados como prenda de
amor.
No lejos de la catedral se halla la basílica de San
Coatto, la única iglesia con confesonarios leopardados
y en la cuál la celebración de la misa puede ser
suspendida si el párroco recibe una llamada en su móvil.
En el momento de la elevación los monaguillos, en vez de
tocar la campanilla, tocan una bocina
del estadio. Un costumbre peculiar de los curas cafognaneses es
interrumpir la confesión de los fieles para contar en voz
alta a los presentes los pecados que le acaban de confesar, agregando
incluso comentarios sarcásticos.
Pasear en las calles de la aldea puede volverse una empresa difícil,
puesto que las aceras son ocupadas totalmente por los coches parqueados
por los habitantes de la aldea, que son casi todos SUVs,
y se observa la inutilidad de señalar el hecho a la policía
municipal, dado que muchos de los SUVs que impiden el paso pertenecen
precisamente a los mismos policías.
Festividades y tradiciones
populares
La festividad más importante
de Cafognano es la de San Tamarro, el santo patrón: en
la calle principal de la ciudad, avenida Flavio Briatore, se desarrolla
una procesión, acompañada por la música de
la banda municipal, que lleva puestas llamativas uniformes
rojo escarlata, con camisas verde claro, corbata amarillo
limón y polainas azul eléctrico sobre chancletas
fucsia. La banda tiene su particular repertorio, que consiste
en canciones obscenas y de taberna, mucho apreciadas por los aldeanos,
que suelen entonarlas junto con la banda, acompañándose
con gestos vulgares.
Un hábito peculiar de los cafognaneses as aquel de aplaudir durante los entierros,
que de todas formas recientemente tuve una evolución: ahora
los fieles, además aplaudir también hacen la ola, y intentan insertar billetes de banco
en los calzoncillos de los celebrantes.
Artesanía
En Cafognano se producen tradicionalmente
objetos kitsch como los Cristos
que mueven los ojos, los ceniceros con
frases graciosas, los cerdos en peltre
a tamaño natural, los sacacorchos
salaces, los perros alanos de cerámica
a tamaño natural y los simpáticos cerdos hucha.
Gastronomía
Una comida en un restaurante
de Cafognano puede ser una experiencia extravagante: los grupos
de comensales cafognaneses se exhiben de ordinario en conversaciones
colectivas durante las cuales cada huésped intenta cubrir
los otros gritando, y la cosa es agravada por el costumbre de
hablar con su móvil en voz alta estando a la mesa; se debe
también decir que aun un grupo de autóctonos que
comen su caldo produce un ruido que es
capaz de cubrir cada conversación. Además se debe
saber que según el costumbre local se debe comer no
usando los cubiertos, que de todas formas se ponen en la mesa,
para otros usos, por ejemplo el tenedor se utiliza como palillo,
el cuchillo para rascarse la espalda y la cuchara, al fin de la
comida, como calzador, pues que ningún verdadero cafognanes
guarda sus zapatos a sus pies mientras que come.
En cuanto a los platos típicos, todos a base de jamón
bresaola, ruca, jamón speck y salmón, es mejor saber
que se sirven rigurosamente cubiertos de ketchup
y mahonesa, además de ser acompañados
con Coca-Cola o naranjada.
Hospitalidad
Los extranjeros que entran en
la ciudad por la primera vez pueden quedar sorprendidos por la
peculiar acogida que les deparan los aldeanos, que generalmente,
después de llamar a los huéspedes para hacerlos
girar, les dirigen ruidosas pedorretas
corales. En la plaza Cristiano Malgioglio se halla la oficina
de turismo, cuyo personal de ordinario está empeñado
en llamadas privadas con su móvil:
es aconsejable no interrumpir tales conversaciones para hacer
preguntas, para evitar reacciones agresivas.
Costumbres locales
Es mejor saber que el saludo
típico de los cafognaneses es el llamado "santanché"
que consiste en levantar el dedo medio, y no se debe hacer caso
al hecho que cuando un cafognanés tende la mano, generalmente
acaba de sacarla de sus calzoncillos o acaba de sacar un dedo
de una narina.
Además los habitantes de Cafognano suelen llevar puestos
indumentos que llevan grabado en caracteres enormes el logotipo
de la marca y, según una moda reciente, también
el precio de compra del indumento; quienquiera no se vista conforme
a esta moda, incluidos los estranjeros, es abiertamente escarnecido,
empujado y apostrofado con el apodo de "miserable".
Entretenimiento
Cafognano se considera la patria
mundial de las competiciones de eructos y pedos, y en sus calles
es frecuente encontrar a los deportistas de estas disciplinas
que se entrenan para las competiciones. Los eructadores agonísticos,
pero también los que intentan emularles, se ejercitan ententando
entablar conversaciones compuestas enteramente por eructos: el
campeon del mundo Semplezio Intraversati, nativo exactamente de
Cafognano, recitó el entero primer canto del Infierno de
la Divina Comedia con un único eructo,
antes de ser hospitalizado en la unidad
de cuidados intensivos por un neumotórax.
En lo que atañe a las competiciones de pedos, los deportistas
se inclinan a ejercitarse principalmente en los vehículos
de transporte público, para verificar directamente el efecto
de sus emisiones sobre los otros pasajeros: lograr vaciar un entero
autobús, incluyendo el
chófer, es una fuente de orgullo para cada flatuloagonista
cafognanés.
Otro deporte muy popular en Cafognano es el fútbol, representado
por el equipo local, la Virtus
Quebra-huesos Cafognano, caracterizado por su juego desleal
y violento, con frecuentes simulaciones de fallo, y con una
hinchada violenta, acostumbrada a injuriar
sistemáticamente a los adversarios, y a abuchear a cualquier
jugador de color, incluyendo los de su propio equipo. Las operaciones
de limpieza al final del partido duran por tres días y
los servicios de la instalación deportiva son completamente
devastados por los aficionados al final de cada partido, prescindiendo
del resultado final.
Cultura
La mayor autoridad cultural de la aldea es el maestro Opunzio
Cannavota, que debe su carisma al hecho de haber obtenido
el diploma de escuela primaria, y esto le permitió más
de una vez de componer frases incluyendo el modo subjuntivo, y
ocasionalmente nada menos de manera correcta. Por lo que queda
Cafognano no es la aldea apropiada para los que busquen actividades
culturales.
Administradores
públicos
La poltrona de alcalde se ofreció
a Vittorio Sgarbi, que la rechazó,
ya que el nivel de civilización de la aldea era demasiado
bajo aun para él; por lo tanto se elegió alcalde
E.A. Strizzapernici (E.A. está
por "Emporio Armani") un ex vendedor televisivo de artículos
sexy, echado de la televisión porque era demasiado vulgar.
Como llegar ahí
Quienquiera tenga la intención
de alcanzar Cafognano con su propio vehículo debe tener
en cuenta el hecho que en la aldea el código de circulación
se considera una reminiscencia del pasado, y por tanto es frecuente
cruzar coches que circulan a contramano y con las luces apagadas,
o que cruzan los cruces pasando en rojo, y por tanto se requiere
un cuidado particular en la conducción. Quien en cambio
quiera utilizar el tren o el pullman debe tener en cuenta el hecho
que los cafognaneses usan los asientos de los medios de transporte
de manera muy desenvuelto, apoyando allí los zapatos, ocupandolos
con bolsos o maletas, ensuciandolos con comidas o bebidas, y además,
como en cada otro lugar de Cafognano, las conversaciones en el
móvil siempre se mantienen a volumen demasiado alto.
Todo esto aconseja examinar cuidadosamente si hay una verdadera
necesidad de visitar Cafognano, o si es preferible elegir otra
destinación por su excursión dominical.