La aldea de Ecolozzo es
un admirable ejemplo de equilibrio entre asentamiento humano y
respecto de la naturaleza.
Desafortunadamente el flujo turístico hacia la aldea ha
sido en los años pasados una fuente de problemas para su
enorme impacto sobre el medio ambiente.
En detalle el comportamiento desconsiderado de pocos irresponsables
causó daños ambientales que han inducido las autoridades
locales a suspender temporalmente el acceso a los turistas.
Algunos ejemplos: hace unos años un turista ha cruzado
inopinadamente el característico "bosque
de las víboras", reserva natural integral, usando
botas de goma: por lo menos seis exemplars de Vipera aspis
sufrieron daños a sus aparatos bucales mientras que intentaban
morderlo.
En el mismo período otro visitante ha masacrado un mosquito
tigre (Aëdes albopictus) poniendo en peligro la supervivencia
de esta especie en el habitat natural de Ecolozzo.
Por otra parte la presencia de una gran cantidad de turistas,
(en una ocasión en la aldea se contaron nada menos que
cuatro personas en el mismo tiempo), ha alterado la atmósfera
de una manera decisiva y probablemente irreversible, aumentando
la temperatura y las concentraciones de anhídrido carbónico
y de humedad en el aire.
Los operadores turísticos locales ejercen presión
para que Ecolozzo reabra al turismo, eso es de todos modos posible
apenas si son adoptadas unas medidas preventivas, como el numerus
clausus (no más que un turista por mes) y algunas limitaciones
en la conducta (abstención de la emisión de deyecciones
y/o de respirar).
Queda que resolverse de todos modos el problema de la introducción,
causada por los turistas, de gérmenes patógenos
o aún de otros que son solo saprófitos, pero extranjeros
al ecosistema, incluso si este problema parece se pueda resolver
con el simple remedio de hervir (por lo menos por 120 minutos)
a cada turista que quiera acceder al territorio de Ecolozzo.
Gastronomía
La cocina de Ecolozzo
es ligada muy estrechamente a la tradición, por lo tanto
es extremadamente respetuosa de la naturaleza y tiene un bajo
impacto sobre el ambiente.
Entre los primeros platos típicos podemos mencionar los
bucatini de soja a la amatriciana de nabos biológicos,
el miso a la puttanesca, los espagueti queso de soja y pimienta
y los rigatoni con pajata vegetal macrobiótica.
Entre los platos fuertes es muy apreciado el cordero lechal de
soja en chilindrón, con guarnición de brotes de
cebada estilo judío.
Los dulces típicos son las galletas
de Maestro Geppetto, con su contenido muy alto de fibra que,
además de aprovechar a la motilidad intestinal, permiten
reciclar y reutilizar los subproductos de las carpinterías
locales.
Entre los renombrados vinos de la aldea mencionamos el Barolo
de soja con denominación de origen, con su fascinante
buqué de violeta, muguete, vainilla, almendra amarga, rosa,
tamarindo, fresa, pistacho y pitufo, y con su delicado dejo de
retama, trementina, circunvalación y puro Toscano.
No podemos olvidar de mencionar el agua mineral de Ecolozzo, la
"Espuma azul", sin
los conservantes añadidos, con sus peculiares características
diuréticas: el sólo consumo de cinco o seis litros
de esta agua lleva indefectiblemente a una abundante eliminación
de orina, con efecto depurativo.
Para estas características terapéuticas su precio
(29.99 euros por litro) parece enteramente justificado.
Restaurantes
También la
restauración de Ecolozzo tiene toda un bajo impacto ambiental,
el local más de moda es el "Naturaleza a gogó",
donde se puede experimentar el menú con precio fijo de
80 Euros, que permite consumir alimentos a voluntad. El restaurante,
por respecto del ambiente, consiste en una parcela de 1000 metros
cuadrados de bosque, en los cuales los clientes pueden proveerse
todo el alimento que desean, pero limitándose rigurosamente
a los vegetales.
Un restaurante más barato es el "Gandhi"
en el cuál se aprovecha del menú con precio fijo
de 70 Euros que incluye el ayuno absoluto y la meditación
de grupo; el incienso se paga a parte.
El "Roble que ríe" (menú con precio
fijo: 75 Euros) es renombrado por su salvado de bellotas biológicas
que se sirve en las típicas artesas de madera de abeto
tirolés.
Hospitalidad
El mejor hotel de
la aldea es el Ecohotel (cuatro estrellas) donde, para
reducir el consumo de energía eléctrica y de agua,
las sábanas nunca se lavan (desde el 1958), aunque si de
todas maneras son cambiadas cada día, con las de otro cuarto.
Precio por noche: 200 Euros por persona.
El Wildlife Resort (cuatro estrellas) permite un contacto
íntimo con la naturaleza, con alojamiento en una superficie
herbosa natural, que de todos modos debe ser desocupada al
amanecer, para dejar el pasto a las ovejas. Precio por noche:
180 euros por persona (en caso de lluvia es posible pedir abrigo
en el redil, si el pastor está de acuerdo, con un suplemento
de 190 Euros por persona).
El Nature Inn (cuatro estrellas) es indicado por los que
necesiten resolver problemas de la columna vertebral, y que no
quieran confiarse en a las terapias médicas invasoras.
Se trata de pasar la noche en decúbito vertical, apoyándose
a una pared, con el auxilio de asistentes que evitan que el cliente
tome posiciones incorrectas (tendida o sentada) por medio de aguijadas
eléctricas de 2000 voltios.
Para facilitar la curación, aprovechándo de las
sinergias de grupo, los clientes pasan la noche en un local común,
no calentado y abrigado por una pared solamente en un lado, para
mejorar la ventilación.
Considerando el valor terapéutico de la estancia, el precio
por persona es 500 Euros por noche.
A quien prefiera la permanencia en agroturismo recomendamos la
granja "V. Ejador", donde los simples platos
tradicionales, como la escudilla de farro crudo, saborean mejor
después de un estimulante día laboral de 18 horas
consecutivas, en contacto con la naturaleza, recolectando tomates.
Artesanía
Como todas las producciones
de Ecolozzo, también la artesanía tiene un bajo
impacto sobre el ambiente: los productos típicos son los
guijarros pisapapeles (120 Euros),
los guijarros bibelot (140 Euros)
y los guijarros retenedores (100 Euros).
Además se encuentran las bolsas de papel llenadas de polvo
de camino con estampado el letrero "recuerdo de Ecolozzo"
(170 Euros), las camisetas encontradas en los desechos del mercadillo
de la ropa usada (400 Euros, sin pulgas 450), y los muñequitos
de algodón del ombligo y cerumen, un producto de la artesanía
único en el mundo (200 Euros).
Cómo
llegar allí
En el respeto de la
vocación ecologista de Ecolozzo, la aldea no es alcanzada
por ningún vehículo con motor, sino solamente por
vehículos de tracción animal.
Para respetar el bienestar animal, ningún animal no puede
ser utilizado para tirar de un vehículo, por lo tanto la
tracción animal es provista solo por seres humanos.
En la entrada del territorio de Ecolozzo, por lo tanto, los turistas
pueden valerse del servicio de jinrikisha de Patrón
Peppone, el corpulento (140 kilogramos) propietario de la
empresa "Peppone fast lines".
Para respetar la dignidad humana y profesional de Patrón
Peppone, que es también muy irascible, es por lo tanto
posible por los visitantes llevar adentro de la aldea el mismo
Patrón Peppone, a bordo de su jinrikisha.
La tarifa es de 50 Euros, y con un suplemento de 100 Euros se
puede también intentar convencer a Patrón Peppone
que no utilice el látigo, aunque no sea siempre fácil
persuadir al vivaz empresario, especialmente cuando es borracho,
cosa que sucede muy a menudo.
El transporte, además de ser respetuoso del ambiente, es
también bueno para la salud, especialmente en la cuesta
final de 20 kilómetros que conduce a la aldea, cuando la
altitud en el nivel del mar crece de 100 a 950 metros.
Contactos
En Ecolozzo no hay
energía eléctrica, por lo tanto no se pueden utilizar
ni teléfono, ni telégrafo ni tampoco correo electrónico.
Para informaciones o reservaciones contacte telepaticamente Mario
o Pino, pero solo cuando no están ajetreados.