La antigua ciencia adivinatoria, como cada otra disciplina científica, debe adaptar sus propios instrumentos al progreso y a las innovaciones más recientes. Para esto también las técnicas adivinatorias se desarrollan y se conciben otras nuevas: aquí sigue una breve reseña de las más significativas.
Theobromomancía: el cacao (nombre científico: Theobroma, es decir "comida de los dioses") era considerado sagrado por las civilizaciones precolombinas, y los señales que genera nos son enviadas por Seres Supremos. La técnica adivinatoria consiste en la administración al interrogante de una buena dosis de chocolate, para entonces interpretar la forma, el color y las dimensiones de los granos que aparecen en su cara o en otras zonas del cuerpo.
Scatomancía: las heces son una producción sólida,
ampliamente inexplicable, de los humanos. Este carácter
misterioso induce evidentemente a buscar su significado.
La técnica adivinatoria consiste en interpretar forma,
color y olor de las heces.
Anconomancía: el codo (en griego: ankon) es una
parte del cuerpo humano que tiene evidentes funciones esotéricas.
La técnica adivinatoria consiste en la lectura del codo
del interrogante, interpretando su forma y color y el curso de
los pliegues cutáneos.
Una variante de la anconomancía consiste en ir a la ciudad
de Ancona y ver qué pasa allí.
Pagotomancía: la técnica consiste en interpretar las muestras que aparecen en los palillos del helado, después de que el interrogador lo haya consumido. La interpretación de las palabras "Frigo Magnum", que a menudo aparece, es uno de los desafíos más fascinadores de la ciencia pagotomántica moderna.
Polentomancía: incluso el maíz, como el cacao,
era considerado por los pueblos centramericanos un don de los
dioses, y por lo tanto un portador de mensajes celestiales.
La técnica adivinatoria consiste en interpretar la frecuencia,
la duración y la altura de los chisporroteos producidos
por la polenta mientras que está cociéndose.
Micomancía: la técnica consiste en la lectura de las migas restantes en la tabla de un restaurante después de la comida. La comida debe ser pagada por el interrogante en un restaurante elegido por el adivino.
Trapezomancía: la técnica consiste en interpretar el extracto de cuenta del banco y la tarjeta del cajero automático (incluyendo el código PIN) para conseguir indicaciones útiles.
Creomancía: la lectura de la textura de la carne de buey, en detalle del solomillo, permite al adivino prever el futuro del interrogante, que debe proveer por lo menos 3 o 4 kilogramos de carne, para permitir una lectura completa.
Mitiamancía: la técnica adivinatoria consiste en preguntar a mi tía qué sucederá en el futuro.