La nuestra es una iglesia cristiana
recientemente fundada, que tomó el nombre de Primos
del Señor, puesto que juzgamos que definirse hijos
o hermanos del Señor sería un gesto de excesiva
soberbia.
Nosotros primos reconocemos solamente la Biblia como fuente de
verdad y de ciencia, y rechazamos todas las confusas teorías
de la pseudociencia atea, que ponen en duda las palabras del Señor.
Aquí estan en particular las teorías que no aceptamos:
Teoría de la evolución: nunca ocurrió alguna evolución: los seres viviente todos fueron creados hace 6012 años, era un viernes y llovía. Todas las plantas y animales han sido creados para estar sometido al Hombre, el único amo a bordo del universo después de Dios, y a su vez creado a su imagen y semejanza (sí, incluso Gasparri!). Los dinosaurios nunca existieron y los dinosaurio fósiles son desechos del Diluvio Universal.
Principio de Arquímedes: ningún cuerpo experimenta un empuje vertical y hacia arriba, incluso porque de otra manera sería penalti. Un cuerpo sumergido en un líquido apenas se moja, y de todos modos después es mejor secarse, si no coges frío. Por lo tanto la natación (con o sin flotador con forma de pato) y flotar de espalda es una ofensa a Dios, y rechazamos hacerlo.
Fuerza de gravedad: juzgamos a Isaac Newton un mentecato blasfemo, y si una manzana cae del árbol sólo quiere decir que es madura. Estamos incluso dispuestos a examinar la hipótesis que las manzanas nunca caigan de los árboles, o que los manzanos no existan, y existan solamente las manzanas, o quizá tampoco ellas, y de todos modos no nos gustan, especialmente si son cocidas.
Primera ley de la termodinámica: afirmamos que el móvil perpetuo existe, por supuesto: basta tomar mucho, pero que mucho café.
Reproducción sexual: como desde siempre se sabe, los niños los trae la cigüeña; todo el resto es pornografía inventada por los descreídos para ofender al Señor. Los órganos genitales no existen y las personas por delante son lisas como Barbie y Ken.
Las tablas de multiplicar: seis por seis pueden aunque ser treinta y seis, pero solamente si Dios lo quiere, de lo contrario no: es inútil imponer reglas a los números, que son criaturas de Dios y obedecen solamente a Él. Es mejor irse a la iglesia, rezar, y si se da el caso, soñar con números que jugar al loto o a la lotería, y con el dinero de la ganancia comprarse una calculadora.
Los semáforos: nosotros no creemos que se pueda arrestar el camino de un fiel hacia Dios con una fútil luz roja. Para atestiguar esta verdad muchos de nuestros cofrades han enfrentado al martirio en los caminos del mundo. También rechazamos la conducción a la derecha, puesto que el Reino de Dios no conoce limitaciones, y en una autopista nos sentimos libres de elegir el lado que el Señor nos sugiere.
Los carnívoros: rechazamos la idea que el Señor haya podido crear animales que devoran al hombre, la criaturas predilecta por Él. Para demostrar esto, muchos de nuestros cofrades se marcharon por los parques naturales del mundo entero para abrazar con afecto a criaturas de Dios como leones, tigres, grizzlies y osos blancos. Esperamos con ansiedad su vuelta para escuchar sus placenteros cuentos sobre esta experiencia de amor por la Creación.
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julio 2008