Las políticas de
salud a menudo cambian cuando cambia el liderazgo del país.
Eso pasó sin duda cuando asumí el cargo de presidente,
y probablemente pasará con el presidente electo Donald
Trump. Estoy orgulloso de que el trabajo de mi administración,
a través de la Ley del Cuidado de Salud Asequible (Affordable
Care Act - ACA) y otras políticas, ayudó a millones
de estadounidenses más a conocer la seguridad del cuidado
de salud en un sistema más eficaz y eficiente. Al mismo
tiempo, hay más trabajo que hacer para asegurar que todos
los estadounidenses tengan acceso al cuidado médico de
alta calidad y asequible. Lo que los últimos 8 años
nos han enseñado es que la reforma del cuidado de salud
requiere una estrategia esmerada basada en la evidencia, impulsada
por lo que es mejor para el pueblo estadounidense. Es por eso
que el programa de los republicanos para revocar la ACA sin un
plan para reemplazarla y mejorarla es tan imprudente. En lugar
de poner en peligro la seguridad financiera y el acceso al cuidado
de decenas de millones de estadounidenses, los responsables políticos
deberían elaborar un plan para construir sobre lo que funciona,
más bien que desgastar lo que ya está en su lugar.
Gracias a la ACA, una proporción de estadounidenses mayor
que nunca antes tiene un seguro de salud [1].
El aumento de la cobertura se traduce en un mejor acceso al cuidado
médico, así como en una mayor seguridad financiera
y una mejor salud. Mientras tanto, la inmensa mayoría de
los estadounidenses sigue recibiendo cuidado médica a través
de fuentes que preceden a la ley, como un trabajo o Medicare,
y se benefician de una protección del consumidor mejorada,
como los servicios preventivos gratuitos.
También hemos avanzado en la forma en que pagamos por el
cuidado de salud, incluyendo recompensar a los proveedores que
prestan cuidado de alta calidad en lugar de una gran cantidad
de cuidado. Estas y otras reformas en la ACA ayudaron a reducir
el crecimiento del costo del cuidado de salud a una fracción
de las tasas históricas, aunque la calidad para los pacientes
mejoró. Esto incluye cuidado de mejor calidad y de bajo
costo para decenas de millones de personas de la tercera edad,
personas con discapacidades y familias de bajos ingresos cubiertas
por Medicare, Medicaid y por el Children's Health Insurance Program
(programa de seguro de salud para niños). Y estos beneficios
crecerán en los próximos años.
Dicho esto, soy el primero en decir que podemos hacer mejoras.
Informado de las lecciones que hemos aprendido durante mi presidencia,
presenté ideas en mis presupuestos y en un artículo
de julio de 2016 [2] para abordar los desafíos
actuales, como la falta de elección en algunos mercados
de seguros de salud, primas que siguen siendo inasequibles para
algunas familias y altos costos de medicamentos recetados. Por
ejemplo, permitir que Medicare negocie los precios de los medicamentos
podría reducir los gastos para los mayores y dar mayor
influencia a las compañías de seguros. Y yo siempre
he acogido con beneplácito las ideas de otros que cumplan
con el requisito de mejorar el sistema de salud. Pero la persistente
resistencia partidista a la ACA ha hecho extremadamente difíciles
tanto las mejoras pequeñas como las significativas.
Ahora, los líderes republicanos del Congreso dicen que
revocarán la ACA a principios de este año, con la
promesa de reemplazarla en la legislación subsiguiente,
y, si se seguirán los patrones de las ideas del presidente
de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, sería
parcialmente pagada al limitar los gastos de Medicare y Medicaid.
Todavía tienen que introducir ese "proyecto de
ley de reemplazo", celebrar una audiencia sobre ello,
o producir un análisis de costos, mucho menos participaran
en el debate público de más de un año que
precedió a la aprobación de la ACA. En su lugar,
dicen que tal debate se producirá después de la
revocación de la ACA. Afirman que un retraso de dos o tres
años será suficiente para desarrollar, aprobar y
implementar un proyecto de ley de reemplazo.
Este enfoque de "primero revocar y luego reemplazar"
es, simplemente, irresponsable, y podría sangrar lentamente
el sistema de salud de que todos dependemos (y, aunque no me enfoco
aquí sobre esto, las acciones ejecutivas podrían
tener efectos negativos similares en nuestro sistema de salud).
Si se promulga una revocación con retraso, el sistema de
salud será puesto en el borde de un acantilado, con resultante
incertidumbre y, en algunos casos, con daños que comienzan
inmediatamente. Las compañías de seguros podrían
no querer participar en el Mercado de Seguros de Salud (Health
Insurance Marketplace) en 2018 o podrían aumentar significativamente
los precios para prepararse a los cambios en el próximo
año o dos, en parte para tratar de evitar la culpa de cualquier
cambio impopular. Las consultas de los médicos podrían
dejar de invertir en nuevos enfoques sobre la coordinación
de cuidados, si se elimina el Centro de Innovación de Medicare.
Los hospitales podrían tener que recortar los servicios
y los puestos de trabajo a corto plazo en previsión del
aumento repentino de cuidado no compensado que resultará
de revertir la expansión de Medicaid. Los empleadores podrían
tener que reducir los aumentos salariales o retrasar las contrataciones
para ser preparados por un crecimiento más rápido
en los costos de cuidado médico sin los incentivos de ahorro
de costos de la ley actual. Y las personas con enfermedades preexistentes
podrían temer perder cuidados de salud que salvan vidas,
y que ya no serían más asequibles o accesibles.
Además, no hay garantía de conseguir una segunda
votación para evitar tal precipicio, especialmente en un
asunto tan difícil como la reforma integral de la salud.
Dejemos de lado el alcance de la reforma del sistema de salud:
el presupuesto federal para el cuidado de la salud es un 50% mayor
que el del Departamento de Defensa [3].
Dejemos de lado cómo esto personalmente toque a cada estadounidense,
prácticamente cada semana, recibo cartas de personas que
comparten apasionadamente cómo la ACA esté funcionando
para ellos y cómo podemos mejorarla. "Revoca y
reemplaza" es una frase engañosamente cautivadora,
la verdad es que la reforma del cuidado de salud es compleja,
con muchas piezas entrelazadas, de modo que deshacer algo puede
deshacer todo.
Tomemos, por ejemplo, las enfermedades preexistentes. Por primera
vez, gracias a la ACA, a las personas con enfermedades preexistentes
no se les puede negar la cobertura, ni las ayudas, ni cobrarle
tarifas exorbitantes. Yo creo a mi sucesor en su palabra: él
quiere mantener las protecciones para los 133 millones de estadounidenses
con enfermedades preexistentes. Sin embargo, los republicanos
en el Congreso quieren revocar la porción de la ley sobre
la responsabilidad individual. Yo estaba inicialmente en contra
de esta idea de los republicanos, pero aprendimos de Massachusetts
que la responsabilidad individual, junto con la asistencia financiera,
es la única manera probada de proporcionar seguro individual
privado asequible a todos los estadounidenses. Mantener las protecciones
para las personas con enfermedades preexistentes sin requerir
la responsabilidad individual costaría a millones de estadounidenses
su cobertura de salud y causaría drásticos aumentos
de primas para millones más [4].
Esta es sólo una de las muchas compensaciones en la reforma
del cuidado de salud.
Dado que los republicanos todavía no elaboraron un plan
de reemplazo, y que eventos imprevistos podrían exceder
su orden del día programado, podría no haber nunca
una segunda votación sobre un plan para reemplazar a la
ACA si será revocada. Y si no habrá una segunda
votación, decenas de millones de estadounidenses serán
perjudicados. Un análisis reciente del Urban Institute
estimó que un probable proyecto de ley de revocación
no sólo revertiría ganancias recientes en la cobertura
de seguros, sino que nos dejaría con más cuidados
sin seguro ni compensación que cuando empezamos [5].
En pocas palabras, todas nuestras ganancias están en juego
si el Congreso adoptará la revocación de la ley
de salud sin una alternativa que cubra a más estadounidenses,
mejore la calidad y haga el cuidado médico más asequible.
Ese paso nos quita la oportunidad de construir en lo que funciona
y arreglar lo que no funciona. Esto añade incertidumbre
a las vidas de los pacientes, al trabajo de sus médicos
y de los hospitales y del sistema de salud que cuidan de ellos.
Y pone en peligro las mejoras en el cuidado de salud que millones
de estadounidenses pueden disfrutar ahora.
El Congreso puede adoptar un enfoque bipartidista y responsable
para mejorar el sistema de cuidado de salud. Así fue como
hace menos de dos años revisamos el defectuoso sistema
de pago de Medicare para médicos. Yo aplaudiré una
legislación que mejore el cuidado de los estadounidenses,
pero los republicanos deben identificar las mejoras y explicar
su plan desde el principio, esto es lo que deben, como mínimo,
al pueblo estadounidense.
La reforma del cuidado de salud no es sobre un "sistema"
anónimo y sin rostro. Se trata de millones de vidas en
juego, de los supervivientes del cáncer que ahora pueden
tomar un nuevo trabajo sin miedo a perder su seguro, a los jóvenes
que pueden permanecer en el seguro de sus padres después
de la universidad, a los innumerables estadounidenses que ahora
viven vidas más saludables gracias a las protecciones de
la ley. Por lo tanto, los encargados de formular políticas
deben respetar el juramento de los médicos: "primero,
no hagas daño".
Referencias:
1.
The
Economic record of the Obama administration: Reforming the health
care system.
Washington, DC: Council of Economic Advisers, 2016.
2. Obama B. United
States health care reform: Progress to date and next steps. JAMA
2016;316:525-32.
3. The
President's budget for fiscal year 2017. Washington, DC: Office of
Management and Budget, 2016
4. Options
for reducing the deficit: 2017 to 2026. Washington, DC: Congressional
Budget Office, 2016.
5. Blumberg LJ, Buettgens M, Holahan J. Implications
of partial repeal of the ACA through reconciliation. Washington,
DC: Urban Institute, 2016.
________________________________________
Barack Obama fue Presidente de los Estados Unidos cuando este
artículo fue publicado el 6 de enero de 2017. El New
England Journal of Medicine originalmente publicó este artículo,
que no está cubierto por derechos de autor.
Obama
advierte sobre la revocacion de la Ley del Cuidado de Salud Asequible (Consumer Health
Digest #17-02 - 8 enero 2017)
Publicó el New England Journal of Medicine la opinión
del presidente saliente Barack Obama, de que la revocación
de la Ley del Cuidado de Salud Asequible (Affordable Care Act)
sin un reemplazo claro y adecuado llevaría graves riesgos
para decenas de millones de estadounidenses. Obama afirma:
[el] enfoque de "primero derogar y luego reemplazar"
es, simplemente, irresponsable, y podría sangrar lentamente
el sistema de salud de que todos dependemos (y, aunque no me enfoco
aquí sobre esto, las acciones ejecutivas podrían
tener efectos negativos similares en nuestro sistema de salud).
Si se promulga una revocación con retraso, el sistema de
salud será puesto en el borde de un acantilado, con resultante
incertidumbre y, en algunos casos, con daños que comienzan
inmediatamente. Las compañías de seguros podrían
no querer participar en el Mercado de Seguros de Salud (Health
Insurance Marketplace) en 2018 o podrían aumentar significativamente
los precios para prepararse a los cambios en el próximo
año o dos, en parte para tratar de evitar la culpa de cualquier
cambio impopular. Las consultas de los médicos podrían
dejar de invertir en nuevos enfoques sobre la coordinación
de cuidados, si se elimina el Centro de Innovación de Medicare.
Los hospitales podrían tener que recortar los servicios
y los puestos de trabajo a corto plazo en previsión del
aumento repentino de cuidado no compensado que resultará
de revertir la expansión de Medicaid. Los empleadores podrían
tener que reducir los aumentos salariales o retrasar las contrataciones
para ser preparados por un crecimiento más rápido
en los costos de cuidado médico sin los incentivos de ahorro
de costos de la ley actual. Y las personas con enfermedades preexistentes
podrían temer perder cuidados de salud que salvan vidas,
y que ya no serían más asequibles o accesibles.
El texto completo del artículo, que no está
protegido por derechos de autor, se publica en la revista Insurance
Reform Watch. En la misma línea, el profesor de la
Universidad de Carolina del Norte Jonathan Oberlender, Ph.D.,
señaló que: "Hablar de revocar la ACA es
mucho más fácil que revocarla y reemplazarla"
y que la visión de reforma del presidente electo Donald
Trump "sigue siendo un misterio" [Oberlender
J. The
end of Obamacare. New England Journal of Medicine 376:1-3,
2017].
Los cortes propuestos al "Obamacare" representan
un enorme riesgo financiero para millones de personas (Consumer Health
Digest #17-13 - 19 marzo 2017)
Aunque el Presidente Trump y otros líderes republicanos
prometieron "revocar" o "revocar y reemplazar"
las principales disposiciones del "Patient Protection
and Affordable Care Act" (Ley de Protección al
Paciente y del Cuidado de Salud Asequible, también conocida
como "Obamacare"), esto no puede hacerse sin
perjudicar a un gran número de ciudadanos estadounidenses.
El Congressional
Budget Office (Oficina de Presupuesto del Congreso) estima
que para el 2026, la recién propuesta American
Health Care Act of 2017 (H.R. 277) (Ley de Salud Americana
de 2017), resultaría en 52 millones de estadounidenses
sin seguro, en comparación con 28 millones que carecerían
de seguro médico ese año bajo la ley actual. Wikipedia
publica un excelente
análisis político.
Trump y Harris puestos uno de frente a la otra en política
de salud (Consumer
Health Digest #24-32 - 11 agosto 2024)
KFF, una fuente independiente de investigación y periodismo
sobre políticas de salud, ha proporcionado un análisis
en paralelo de las posiciones de los candidatos presidenciales
republicanos y demócratas sobre la Ley del Cuidado de Salud
Asequible (Affordable Care Act u Obamacare), programa de seguros
de salud Medicaid, aborto, anticoncepción, salud de LGBTQ,
violencia con armas de fuego, salud pública, precios de
los medicamentos recetados, programa de seguridad social Medicare,
costos de la atención médica, salud mental, trastornos
por consumo de opioides, cuidado a largo plazo, salud global y
cobertura de salud para inmigrantes [Compare
the candidates on health care policy. KFF, Aug 8, 2024].
El análisis se actualizará a medida que surja nueva
información y detalles de políticas a lo largo de
la campaña.