Karl (Karl) (1818-1883) "Proletarios de todo el mundo, uníos" (Manifiesto del Partido Comunista, 1848)
Chico (Leonard) (1887-1961) Haría cualquier cosa por dinero, mataria por dinero, Incluso a ti. No, no: tu eres mi amigo, a ti te mataria gratis. (Los Cuatro Cocos, 1929)
¿Why a duck? (Los Cuatro Cocos, 1929)
Mr Yates: Mis queridos, queridos amigos. De verdad
no sé qué decir.
Chico: ¡Bien, entonces, cállate!
(Los
Cuatro Cocos, 1929)
Harpo(Arthur) (1888-1964) "......"
* La próxima vez que lo vea, recuérdeme
no saludarlo. (Los Cuatro Cocos,
1929)
* ¿Llamas
fiesta a esto? La cerveza está caliente y las mujeres frias
(Pistoleros
de agua dulce, 1931)
* Sabes,
te compraría un paracaídas si pensara que no se
abriera! (El
conflicto de los Marx, 1930)
* ¿Le fastidia si no fumo? (El conflicto de los Marx, 1930)
* Nunca olvido una cara. Pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción. (?)
Groucho: ¿Tienes
práctica de raptos?
Chico: ¡Fíjate!
¿Sabes lo que hago cuando rapto a alguien? Primero le telefoneo,
luego le mando
el chófer.
G.: ¡Oh! ¿Tienes el chófer?
C.: ¡Ya!
G.: ¿Y
que tipo de coche tienes?
C.: No
tengo coche, solo tengo el chófer.
G.: Pues,
quizá el loco soy yo ¿Pero, cuando uno tiene el
chófer,
por lo general no tiene el coche?
C.: Un
coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche.
G.: ¡Qué
tontería! En tu lugar, yo hubiera vendido el chófer
y me hubiera quedado con el coche.
C.: No
puede ser. Necesito el chofer para que me lleve al trabajo por
la mañana.
G.: Pero,
¿Cómo va a llevarte si no tienes coche?
C.: No
necesita llevarme. No tengo trabajo.
G.: ¡Esto
es el colmo!
¿Cuanto pedirías
para quedarte en el lado equivocado de un tiro al blanco?
(Plumas
de caballo, 1932)
G.: ¿Por
qué nunca
cogiste una pulmonía
doble?
C.: Siempre
viajo solo.
(Los
Cuatro Cocos, 1929)
Señora:
¿Usted es uno de
los instrumentistas? No os esperábamos hasta
mañana.
C.: No
podíamos venir mañana: muy temprano.
G.: Usted
tiene suerte que no han venido ayer!
C.: Ayer
estábamos en otra parte, pero lo cargamos lo mismo en la
cuenta.
G.: (...)
¿Cuánto cobrais por hora?
C.: Cuando
tocamos, cobramos diez dólares.
G.: ¡Ah!
¿Y cuando no tocais?
C.: Doce.
G.: Resérveme
por una no-tocada.
C.: Cuando
ensayamos, hacemos
un precio especial: quince dólares.
G.: Para
los ensayos.
C.: Ya.
G.: ¿Y
cuanto cobrais para no ensayar?
C.: ¡Ah,
no le alcanza el dinero! Vea, si no ensayamos no tocamos, y si
no tocamos el precio sube.
G.: ¿Cuanto
pediría para echarse en una boca de alcantarilla destapada?
C.: Sólo
el precio de la tapa.
G.: Bueno,
vamos de tapa algún día.
(El
conflicto de los Marx, 1930)